martes, 17 de agosto de 2010

Sobre la teoría de los muchos mundos

Si la "teoría de los muchos mundos" cuántica es correcta, habrá al menos dos mundos donde un experimento cuántico dado ofrezca una y otra vez el mismo resultado. Dicho de otro modo: habrá al menos dos mundos donde el gato de Schrödinger estará o siempre vivo o siempre muerto.

Tomemos un ejemplo simplificado: un experimento que, de acuerdo con la cuántica, pueda tener dos posibles resultados, A y B. Si un científico decide hacer ese experimento tres veces, ese experimento originará ocho mundos distintos (es decir, dos elevado a tres), y la lista de resultados del experimento en cada uno de esos mundos será la siguiente: AAA, AAB, ABA, ABB, BAA, BAB, BBA, BBB. (Ver "Nota al pie").

Así pues, en el primer y en el octavo mundo de la lista, el experimentador obtendrá tres resultados iguales. Y si repitiera el experimento diez millones de veces, originaría una bestialidad de mundos (dos elevado a diez millones) de los cuales habría dos donde una y otra vez obtendría los mismos resultados: AAAAA... y BBBBB...

Las consecuencias de esto son paradójicas. En principio, los científicos de esos dos mundos con experimentos de resultado invariable podrían pensar que la cuántica no es correcta, pues la cuántica predice dos resultados posibles, no sólo uno. Pero, al mismo tiempo, esa contradicción de la cuántica podría permitir a esos científicos asegurar que la cuántica es correcta, concretamente la interpretación de la cuántica de los muchos mundos.

Más aun, si en nuestro mundo hubiera un momento a partir del cual los experimentos arrojaran una y otra vez un único resultado, en contra de lo que cabría predecir mediante la teoría cuántica, podríamos deducir igualmente que la teoría de los muchos mundos es correcta y que nosotros estamos en uno de los muchos mundos donde, a una serie de resultados afines a la cuántica, les sigue una interminable lista de resultados invariables.

Estas consideraciones nos llevarían por lo tanto a dos conclusiones curiosas:

- La primera, que la cuántica no sería falsable. O, mejor dicho, paradójicamente dicho, que la cuántica podría quedar "probada" precisamente a fuerza de falsaciones.

- La segunda, que podría haber situaciones (una prolongadísima serie de resultados experimentales invariables, por ejemplo) que nos permitirían apostar por la interpretación de los muchos mundos, hasta ese momento indemostrable o "indetectable" en la práctica, como la interpretación más natural y plausible.

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Nota al pie: el cálculo de los universos y sus respectivas series de resultados experimentales es sencillo. Suponemos que el científico ha decidido comenzar su serie de tres experimentos en el instante O. De acuerdo con la interpretación de los muchos mundos, el universo (y el científico con él) se bifurcará en dos ramas, la O1 y la O2. En la O1 el resultado es A y en la O2 el resultado es B.

A continuación, el científico de O1 decide hacer el segundo experimento y bifurca el universo en dos ramas, O11 y O12. En O11 el resultado es A y en O12 el resultado es B.

El científico de O2, por su parte, decide hacer el segundo experimento y bifurca el universo en dos ramas, O21 y O22. En O21 el resultado es A y en O22 el resultado es B.

A continuación, el científico de O11 decide hacer el tercer y último experimento, con lo que bifurca el universo en dos ramas, O111 y O112. En O111 el resultado es A y en O112 el resultado es B.

Y así sucesivamente.

Como consecuencia de sus tres experimentos, por lo tanto, el científico ha generado ocho universos distintos, entendiendo por "universos" las líneas que van desde O hasta el extremo de cada rama. Concretamente, los universos y sus respectivas series de resultados serían:

1. [O, O1, O11, O111]: AAA
2. [O, O1, O11, O112]: AAB
3. [O, O1, O12, O121]: ABA
4. [O, O1, O12, O122]: ABB
5. [O, O2, O21, O211]: BAA
6. [O, O2, O21, O212]: BAB
7. [O, O2, O22, O221]: BBA
8. [O, O2, O22, O222]: BBB